Aníbal Merlo en tres dimensiones
Juan Manuel Bonet
ABC de las Artes, 1992
ABC de las Artes, 1992
Aníbal Merlo (Buenos Aires, 1949), afincado en Madrid desde hace casi veinte años, es conocido como pintor. En la misma sa!a donde en 1989 mostró la que hasta ia fecha es su última individual madrileña de pintura, presenta ahora una serie de sencillas esculturas en madera, descubriéndonos una nueva faceta de su actividad creadora.
A Aníbal Merlo llevan tiempo tentándole las tres dimensiones. Eso se advertía en una cierta presencia objetual del cuadro, y también en la eventual incorporación de elementos extrapictóricos. Ahora decide dar el salto y enfrentarse directamente al problema de la escultura. Que sigue siendo pintor se advierte, por lo demás, en el hecho de que recurra a algo tan poco frecuente hoy como es la policromía. (La palabra policromía se presta a engaño. El color en Merlo no es «tecnicolor», sino que su uso recuerda el que pueden hacer un Twombly o un Therrien.)
Su paisano el poeta Marcos Ricardo Barnatán, que lo presenta en e! catálogo, subraya con razón que el punto de partida del trabajo de este pintor, cuando se enfrenta a la escultura, es el arte primitivo. Efectivamente, y al igual que no pocos artistas modernos del continente americano, Merlo se decanta por la construcción de piezas cuya humilde presencia tiene bastante que ver con la de las embarcaciones y sobre todo con la de los totems de los primeros pobladores de América del Sur.
He citado al paso a Twombly, a Therrien. Podría citar también a Torres García, gran tallista, y del que tantos artistas de por allá (ver ahora mismo, en Detursa, la exposición de Corujeira, otro argentino madrileñizado) han extraído enseñanzas. Este es e! marco de referencias que le ha servido al pintor para componer las esculturas que integran esta preciosa y concentrada muestra, entre las que destacan sus macizas «Torres», sus «Banderas», sus «Ríos», sus «Alquimistas», su «Tribu»...
La propia letanía de los títulos ya es indicadora de que este trabajo extremadamente riguroso de excavación y de teñido de la madera, esta meditación forma! al borde de la pura nada, esta aventura que ahora se inicia y de la que cabe esperar mucho, se asienta en una visión poética dei mundo, y especialmente del Nuevo Mundo, que después de tanto años lejos de él se convierte de nuevo en horizonte para e! artista.
A Aníbal Merlo llevan tiempo tentándole las tres dimensiones. Eso se advertía en una cierta presencia objetual del cuadro, y también en la eventual incorporación de elementos extrapictóricos. Ahora decide dar el salto y enfrentarse directamente al problema de la escultura. Que sigue siendo pintor se advierte, por lo demás, en el hecho de que recurra a algo tan poco frecuente hoy como es la policromía. (La palabra policromía se presta a engaño. El color en Merlo no es «tecnicolor», sino que su uso recuerda el que pueden hacer un Twombly o un Therrien.)
Su paisano el poeta Marcos Ricardo Barnatán, que lo presenta en e! catálogo, subraya con razón que el punto de partida del trabajo de este pintor, cuando se enfrenta a la escultura, es el arte primitivo. Efectivamente, y al igual que no pocos artistas modernos del continente americano, Merlo se decanta por la construcción de piezas cuya humilde presencia tiene bastante que ver con la de las embarcaciones y sobre todo con la de los totems de los primeros pobladores de América del Sur.
He citado al paso a Twombly, a Therrien. Podría citar también a Torres García, gran tallista, y del que tantos artistas de por allá (ver ahora mismo, en Detursa, la exposición de Corujeira, otro argentino madrileñizado) han extraído enseñanzas. Este es e! marco de referencias que le ha servido al pintor para componer las esculturas que integran esta preciosa y concentrada muestra, entre las que destacan sus macizas «Torres», sus «Banderas», sus «Ríos», sus «Alquimistas», su «Tribu»...
La propia letanía de los títulos ya es indicadora de que este trabajo extremadamente riguroso de excavación y de teñido de la madera, esta meditación forma! al borde de la pura nada, esta aventura que ahora se inicia y de la que cabe esperar mucho, se asienta en una visión poética dei mundo, y especialmente del Nuevo Mundo, que después de tanto años lejos de él se convierte de nuevo en horizonte para e! artista.