Paisajes verosímiles

Fotografía




La Naturaleza, sus fragmentos, sus residuos minerales o vegetales, son para mí una fuente generadora de resonancias y evocaciones, que me sitúan más allá del horizonte de los paisajes habituales. En esos territorios existen parajes que no figuran en ninguna cartografía ni guía de viajes y que sin embargo pueden hacerse visibles a través de la ensoñación de nuestra mirada. Todos guardan en su piel el registro de una existencia de duración inabarcable. En un sentido espacial percibimos una monumentalidad que no depende tanto de sus dimensiones reales. Me recuerdan a esos paisajes desconocidos que alguna vez me han acogido -amablemente o no-  en la nebulosa de los sueños y que al despertarme he intentado relacionar con alguno de los senderos por los que he transitado. Puede que algunos de esos escenarios guarden relación con mis temores y desamparos, equilibrados con la fascinación que me produce el dejarme envolver por lo desconocido, como lo harían viajeros que recalan en lugares vagamente familiares. Mundos anónimos, agrestes, abandonados, recónditos, interiores, inventados e invisibles.

Hace algunos años, comencé a fotografiarlos.

A.M. 2010








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